Juan Rodríguez, Director Técnico de SEIPASA
En la actualidad existen numerosos “cultivos menores” que apenas cuentan con materias activas registradas, dado que los elevados costes de registro fitosanitario no permiten una amortización de los gastos para este tipo de cultivos. Asimismo existen numerosos patógenos específicos de reciente aparición, que ocasionan problemas puntuales en determinadas regiones o cultivos, para los cuales tampoco existen fitosanitarios registrados ni otro tipo de medidas eficaces que permitan su control. Entre los denominados “cultivos menores”, destacan la zanahoria, puerro, espinaca, acelga, remolacha de mesa, cultivos de cuarta gama, frutales tropicales, borraja, especies aromáticas (rúcula, albahaca, etc.), entre otros.
Por tanto, el agricultor no dispone de herramientas suficientes ni eficaces para el control de patógenos en determinados tipo de cultivos y circunstancias, viéndose abocado a la pérdida de cosechas, reduciendo su productividad y competitividad en el mercado frente a otros países productores.
Los productos fitofortifcantes suponen una herramienta clave para poder rentabilizar los costes de producción de este tipo de cultivos. Los motivos serían los siguientes:
- Sin tener un efecto directo sobre los patógenos, permiten vigorizar e inducir resistencias en los cultivos. De este modo, se consigue sobrevenir y prevenir el ataque de numerosas plagas y enfermedades. En muchas circunstancias son las únicas herramientas disponibles para minimizar el impacto y la merma de producción ocasionados por patógenos.
- Permiten disminuir el riesgo de resistencias, al posibilitar la reducción en el número de aplicaciones de productos fitosanitarios. En muchos cultivos sólo existen una o dos materias activas registradas para un patógeno determinado, por lo que existe un claro riesgo de generación de resistencias. Así, herramientas válidas para el control de plagas y enfermedades dejan de serlo por reincidir en su utilización.
- En línea con la nueva directiva 2009/128/CE sobre el uso sostenible de plaguicidas, el uso de fitofortificantes favorece medidas de control no fitosanitarias en el cultivo, al disminuir la susceptibilidad de los cultivos frente al ataque de patógenos
- En determinados sistemas productivos en continua expansión como la agricultura ecológica, con más de 1 millón de hectáreas en España, los fitofortificantes suponen un complemento imprescindible a los escasos productos registrados que cumplen con la normativa de producción ecológica.
Más información en: www.seipasa.com
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